Los híbridos caen

—¡Layla! —ladró Dean.

Mis garras se hundieron en la cara de un híbrido. Él gimió y aulló. Aproveché la sorpresa en los rostros de los otros lobos para golpear con mis patas traseras a uno de ellos y enviarlo varios metros lejos.

En medio de la batalla, ladré a Dean. ¡Si intentaba transformarse, po...