Capítulo 25: El poder

Respiré profundamente y fijé mis ojos en Gabe.

—¿Alguien te ha dicho alguna vez que eres un imbécil?

Él sonrió con suficiencia.

—Lamento que te sientas así. Respóndeme.

—Estaba en el maldito centro comercial. ¿Es un crimen?

Me aparté del mostrador y enderecé mi espalda. Ahora esa dosis de poder...