c

Ella me miró, confundida de que le mintiera sobre algo tan importante como un orgasmo sin castigo. No pude evitarlo y rompí en una sonrisa.

—Maldito bastardo. Casi lo arruinas. Todavía estaba sintiendo las secuelas cuando dijiste eso. Las mataste, completamente.

La atraje hacia mí y la besé.

—Ere...