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Se besaron antes de que Dan se fuera, un beso de dos personas profundamente enamoradas. El Maestro acompañó a Dan hasta la puerta, agradeciéndole por su consejo, fuera cual fuera.

Mientras él estaba fuera, dije:

—Sandra, ya que estaré a cargo de tu entrenamiento, me llamarás Domina. Mi palabra será...