Capítulo veinticuatro

Adrik

Sentí que se movía en mis brazos, tratando de reposicionarse. Abrí los ojos lo suficiente para ver que ya era de día afuera y asegurarme de que no quisiera salir de mi abrazo. Ella seguía durmiendo, su respiración aún era constante y más pesada de lo que sería si estuviera despierta. Su cab...