Capítulo 126

El Cornudo

Nos miramos incrédulos, pero ella tenía una deuda... Parecía que venía a cobrarla.

Sabía que no debía haberla dejado sentarse en mi silla... pero se veía tan linda en ella...

Él se llevó las manos a la cara, atónito.

—¡COMO SI PUDIERAS HABLARME ASÍ! —gritó ella—. ¡Literalmente me...