59 - Víctimas de Alan

Después del trabajo, el CEO regresó al apartamento de la pelirroja.

—¿Cómo te sientes? —exclamó al verla de pie.

—Oh, muy bien —mintió la chica.

—No me pareces tan bien.

—Bueno, gracias —exclamó ella, rodando los ojos.

—Hablo en serio. —El CEO tomó las llaves del coche de la mesa—. Ponte un abr...