Capítulo cuarenta

Kenna

Los miembros de su familia están de pie en esta habitación y se giran para mirarme, pero lo que más llama mi atención es la vista de Aidan, no acostado de espaldas en coma, sino sentado derecho con ambos ojos marrones mirándome directamente.

—Démosles un poco de espacio —dice Diana, lo que h...