Capítulo treinta y cinco

Mis ojos parpadean varias veces antes de abrirlos y ver a Aidan durmiendo plácidamente cerca de mí, con ambos brazos envueltos alrededor de mi cuerpo mientras estamos pegados el uno al otro, lo que me hace sonreír al recordar la noche anterior; instantáneamente siento mis mejillas calentarse, sin es...