Capítulo 3

Rhea POV

Termino de comer y empiezo a servirme otra copa de vino. Estoy tan llena. No debería haber comido tanto. Simplemente no pude evitarlo. Las ostras estaban absolutamente increíbles.

—Déjame a mí —dice él. Alcanza la botella y me sirve el vino—. No hay necesidad de estar nerviosa. Me gustaría que te relajaras, dulce niña. No voy a pedirte que te acuestes conmigo si eso es lo que estás pensando —dice.

—Lo siento. No es mi intención. Solo estoy ansiosa por ver qué es lo que propones. Por supuesto, nunca pensé que me pedirías que rompiera las reglas. Perdería mi trabajo si hiciera eso. Odio este lugar, pero sabes que sigo las reglas —digo.

Claro que estoy nerviosa. Estoy un poco asustada y muy nerviosa. ¿Qué demonios podría estar proponiendo? Una reunión secreta en un hotel, algo raro, algo que no puedo imaginar. Mi mente está volviéndose loca.

Damien POV

Ojalá se relajara. Sé lo que está pensando detrás de esos hermosos ojos marrones. Si tan solo supiera que estoy a punto de hacer su vida mucho más sencilla. Estoy a punto de hacerle una oferta para asegurar su futuro. Solo quiero estar con ella. Supe que ella era la indicada y que no pertenece aquí desde el momento en que entré por primera vez a este lugar. Ella es la indicada. Es perfecta.

Tomo su mano y la llevo al sofá. Es tan hermosa. Ahora que se ha quitado esas ridículas botas, puedo ver sus increíbles piernas.

—Por favor, siéntate, yo traeré tu vino —le digo a esta belleza. Recupero su copa de la mesa. Vaya, se comió todo lo que le preparé. Sabía que su situación era mala, pero me pregunto si tiene suficiente para comer todos los días. Si se me da la oportunidad, me aseguraré de que coma bien todos los días. Siempre traigo extra para que se lo lleve a casa y lo comparta con su pequeño amigo. Tiene un corazón tan amable. He visto a los dos salir de aquí cargando la mitad de la comida en su coche. Podría ser egoísta y quedárselo todo para ella, pero no, lo comparte con su amigo.

Me pregunto si sabe que fui yo quien pagó las facturas médicas de su madre con las que se quedó atrapada. Pagué la mitad de su alquiler discretamente. Instruí al casero para que le dijera que le estaba reduciendo el alquiler por ser una buena inquilina. Tiene tantas cosas en su plato. Todavía está pagando la universidad de su hermana y tratando de obtener su propio título. Esta chica necesita un respiro y estoy a punto de dárselo. Solo quiero ayudarla sin condiciones. Debo admitir que me encantaría tener algo más con ella, pero nunca la forzaría.

—Rhea, quiero que vengas a trabajar para mí a tiempo completo —le digo. ¿Por qué tiene esa cara de sorpresa? ¿Nadie le ha ofrecido un trabajo antes? No puede querer estar aquí en este infierno.

—¿En qué capacidad? Quiero decir, no soy una prostituta si eso es lo que estás buscando. Estoy en la universidad y tratando de mejorar mi vida. Solo hago esto porque me permite pagar tanto mi matrícula como la de mi hermana. Sé que este lugar tiene mala reputación, pero paga mis cuentas de alguna manera —dice.

—Puedo ayudarte con la matrícula de Sarah y la tuya. Te daría mucho tiempo para ir a la escuela y tiempo libre para estar en tu apartamento, siempre y cuando cumplas con las necesidades que tengo. No, no te estoy pidiendo que me vendas tu cuerpo. Es un cuerpo bonito, pero no estoy buscando comprar tu cuerpo —digo.

—¿Necesidades? —pregunta ella.

—Sí, necesidades. Quiero que seas mi asistente personal. Soy un jefe muy exigente. Así que piénsalo —respondo.

—Está bien. Acepto. ¿Qué implica todo esto? —pregunta.

Parece horrorizada. Tal vez abordé esto de la manera equivocada. Quizás debería haber suavizado la situación.

—Necesito a alguien que maneje mis asuntos. Estarías disponible, pero nunca interferiría con tu educación. En realidad, es un trabajo muy simple. Asistirías a fiestas conmigo, funciones de negocios, estarías conmigo siempre que hubiera asuntos de negocios que atender. Habría algo de viajes involucrados. Tengo negocios en Francia, Irlanda e Inglaterra. La parte del negocio en la que necesitaría ayuda es bastante simple. Necesito un negociador de contratos. Me liberaría si no tuviera que manejar esa parte más —digo.

—Estoy planeando tomarme uno o dos semestres libres. Necesito un descanso, así que podría hacer esto durante el próximo año. ¿Qué pasa si después de un año decido que ya no quiero trabajar para ti? ¿Entonces qué? —pregunta.

—Simple. Trabajas para mí durante el próximo año y yo pago tu universidad. Me encargaré de todas tus cuentas durante el próximo año, pero tienes que vivir conmigo durante el próximo año —le digo.

—¿Necesitas una respuesta esta noche? —pregunta.

Se mueve en su asiento. Es impresionante. Está pensando en ello. Puedo notarlo.

—No, pero necesito una respuesta mañana por la noche. Te reservaré para mañana y me das tu respuesta entonces —le digo.

—No tienes que reservarme. Puedo tomarme la noche libre y venir a verte. ¿No sería más fácil discutir esto fuera del club? —dice.

Bien. Puedo hacer que venga a la casa y ella misma puede ver la casa. Tal vez entonces se dará cuenta de que solo estoy tratando de ayudarla. Puede ver que no soy un pervertido.

—Haré que mi chofer te recoja mañana a las 6 pm. ¿Está bien? —pregunto.

—Es perfecto. Ya que hemos aclarado eso, ¿qué vamos a hacer el resto de la noche? —pregunta.

—Podemos dormir. Pareces cansada. Sigues luciendo hermosa, pero puedo notar que estás cansada —digo.

Ella se acerca más a mí y apoya su cabeza en mi pecho. Mi parte favorita de la noche. Ella acostada sobre mí. Sus piernas están dobladas. Me encantaría tocarlas, frotar sus piernas mientras duerme en mis brazos. No puedo hacer eso, ella saldría corriendo y probablemente me llamaría pervertido. No quiero que piense mal de mí.

Rhea POV

Esto es mucho en qué pensar. Trabajar para uno de mis clientes. Parece un tipo genuinamente agradable, pero podría ser algo terrible. ¿Espera? ¿Cómo supo dónde vivo y cómo supo sobre mi hermana y mi matrícula? Es abogado, tal vez hizo una verificación de antecedentes sobre mí. Demasiado para esta noche. Voy a acostarme en sus brazos y dormir sobre él. Huele tan bien. Podría quedarme así para siempre. Tengo tantas preguntas para él y esta propuesta, pero por esta noche me quedaré aquí y solo dormiré.