CAPÍTULO 10

—Al menos una docena de humanos, quizás más —anunció Scet desde la entrada de la tienda. Ella parpadeó mirándolo, aún en shock por sus hallazgos. Aquí es donde había descansado un símbolo, la fuente misma de sus problemas, o al menos, se veía exactamente igual. Tanto así que su corazón hizo una pequ...