CAPÍTULO 2

Correr por el bosque era una experiencia emocionante. Y en forma de lobo era aún más estimulante... cuando uno no estaba débil por el hambre y la falta de sueño. Para Adda, era como empujar con demasiada fuerza contra una piedra inamovible. Sus músculos dolían y su cuerpo le suplicaba que se detuvie...