CAPÍTULO 28

Lis intentó enviarle a Adda una ola de seguridad, de esperanza, para hacerle saber que iba a buscarla.

Guardó el aceite con el mayor cuidado posible, sacando su pedernal al mismo tiempo. Con un solo y decisivo golpe, su pilar ardió con la intensa calor de una linterna derramada.

—Gran Seis, que Cill...