Sedúcelo

Se detuvo.

—¿Ad... adónde vas?

—A la cama.

Antes de que ella pudiera decir algo o intentar convencerlo de que volviera a su lado, él salió de la habitación, cerrando la puerta con fuerza. Ella se estremeció ante la intensidad del golpe, cerrando los ojos. Apretando la manta contra sí misma, parpa...