Capítulo veintiocho: Autoconsciente

McKenna

Paxton y yo llegamos a la tienda de vestidos hace no mucho tiempo. Es raro estar aquí y que esté cerrada. Sin embargo, el personal ha sido encantador. Han sido amables no solo con Paxton, sino también conmigo. No puedo creer que haya pagado para cerrar este lugar solo para nosotros.

—¿Sabe...