Capítulo diecisiete: mejor de lo que pensaba.

Paxton

Sentí de inmediato que Kenna estaba nerviosa. No dije nada porque no quería que se sintiera avergonzada. Cualquier pensamiento desaparece de mi mente cuando su cálida lengua rodea la punta y la base de mi miembro. Gimo en voz alta y cierro los ojos. Me encanta que me chupen el pene; es una d...