Capítulo 50

—Maldita sea, Kaz. Ahora estoy duro otra vez —Efectivamente, Ty se había endurecido casi por completo bajo mi mano—. Pero no quiero dejar a Dani fuera.

Kaz se retiró y se deshizo de su condón antes de ofrecerme una mano para ayudarme a bajar de mi posición. Sin inmutarme por la mancha de semen en m...