Capítulo doce

El cuerpo de Ajax se cernía sobre el mío en el sofá marrón. Mi respiración se aceleró y sentí calor entre mis piernas. Estaba nerviosa y en blanco. No sabía qué hacer, pero cuando miré a Ajax, él tenía el control de la situación, lo que me tranquilizó. No había nada más que mi ropa interior de encaj...